Luego de un
torneo Apertura bastante flojo en el cual apenas se sumaron 18 puntos, en
Olimpo sabían que para mantener la categoría hacía falta un milagro una
gran campaña y buscaban reforzarse bien de cara a lo que se venía.
Para eso, Omar
de Felippe sabía lo que quería; dos delanteros, un enganche y un lateral
izquierdo. Con Emerson Panigutti ya armando las valijas y el “Flaco” Delorte pronto a hacerlo –el DT
no lo tenía en cuenta- se pensó apostar fuerte en ese mercado de verano y los elegidos
por dirigencia y cuerpo técnico, para sumar su aporte ofensivo, tenían nombre y
apellido: Javier Cámpora y Alvaro Navarro.

Más allá de
que Ledo anunciaba que el rosarino se sumaría al equipo porque el mismo futbolista le había
dado la palabra, el “Ronco” se olvidó que las palabras se las lleva el viento y
el jugador finalmente se
inclinó por la oferta que llegaba desde Huracán.

Por su
parte, el uruguayo finalmente recaló en Godoy Cruz, donde esperaban que no hiciera
extrañar los goles del colombiano Jairo Castillo, tentado por el llamado de su
compatriota Jorge "Polilla"
De Silva y la posibilidad de mostrarse no solo en el Torneo Clausura sino
también en la Copa Libertadores 2011. "Godoy Cruz es un equipo que ha sabido ganarse el respeto en el fútbol
argentino. Por eso, cuando me llamaron no dudé un instante en incorporarme a este club", dijo por entonces el ex Gimnasia de La Plata.
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Ante Mosset en el 2 a 1 a Huracán. |
Finalmente, y
más allá de que también sonó el “Buitre” Pavlovich –finalmente se fue a
Paraguay- los refuerzos para ese campeonato fueron Federico Domínguez y
Ezequiel Maggiolo, los de De Felippe hicieron un campañón terminando cuartos
con 30 unidades y salvándose de todo (promoción y descenso) con esa heroica y
única presentación de “Chocolatín” Ibáñez frente a Quilmes. El resto River
se fue a la B, ya es historia conocida.
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