martes, 22 de septiembre de 2009

A principios de 2004, a Independiente se sumaba un joven atacante uruguayo que, quienes lo habían visto jugar, aseguraban pintaba bien. Claro que nunca explicaron bien para qué pintaba o si lo hacía en óleos. Lo cierto es que llegó silbando bajito como refuerzo para la Copa Libertadores únicamente ya que las incorporaciones veraniegas para ese campeonato local fueron el CFNM, Sebastián Carrizo y Jairo Castillo.
Precisamente gracias al delantero colombiano –arrastraba una suspensión de un año por agredir al árbitro Epifanio González cuando aún defendía los colores del América de Cali- es que sin esperarlo, se encontró con que sería parte de la delantera titular del rojo en esa copa.
Todavía no puedo creer lo rápido que están pasando las cosas. Al principio no sabía bien para qué me quería Independiente (??). Sé que sólo puedo jugar en la Copa, pero para mí alcanza con vestir la camiseta", dijo el delantero en su momento a La Nación.
Con pasado en las inferiores de Estudiantes, Tacuarembó Fútbol Club y Nacional, su explosión en la primera del fútbol de su país fue vistiendo la camiseta de Deportivo Colonia, con un equipo que peleaba por no descender, donde se despachó nada menos que con 10 goles en 12 partidos.
Esa capacidad goleadora abrió los ojos del por entonces técnico de la selección, Juan Ramón Carrasco, quien lo convocó para el Preolímpico que se disputó en Chile llegando a marcar un gol frente a Paraguay.
Pero los dirigidos por el ‘pato’ Pastoriza ya ni por asomo mostraban rastros del rey de copas que supieron ser y se quedaron afuera en primera ronda dejando al bueno de García la chance de pasear por el conurbano durante cuatro meses (¿y cebando mates al plantel?) con apenas seis encuentros jugados y un tanto de cabeza a Nacional.
Pese al trago amargo que representó ese semestre vivido en Avellaneda, quiso revancha en el fútbol argentino y ¿quién le abrió las puertas de par en par? Sí, rechazó una oferta de Talleres para jugar la B Nacional y para el Apertura ’04 fue uno de los primeros refuerzos del Olimpo que armaban Ledo y J.J. López prometiendo “muchos goles, porque para eso me trajeron” y autodefiniéndose como un jugador “que se entrega y que siempre está dispuesto al trabajo”.
Pero ni aportó los goles por los que lo trajeron ni la entrega que pregonaba y eso que los colores le gustaban porque es fanático del carbonero. El entrenador calculaba que entre él y el ‘flaco’ Delorte, por la altura de ambos, tenía las variantes para aprovechar bien el juego aéreo del equipo, pero el uruguayo fue otro de los tantos fiascos a los que nos acostumbramos.
Debutó en la primera fecha en el empate con San Lorenzo en el Gasómetro –aquél de la palomita de Vallenilla- y no jugó mal pero aportó más Rueda cuando lo reemplazó a los 63 minutos –por un golpe en el tobillo derecho- pese a que no tenía entrenamientos con el equipo.
Reapareció dos meses después en la novena fecha que determinó la salida del entrenador tras caer por 4 a 2 ante Colón ya que Delorte estaba suspendido (fue reemplazado por el 'Chanchi' Estévez) y Rueda arrastraba una contractura en el muslo posterior de la pierna derecha.
Sin embargo, en los 66 minutos que estuvo en cancha no mostró actitud, no peleó ninguna pelota y se fue puteado por todo el estadio. Lo ilógico en ese partido fue que J.J. puso a Rueda que estaba en una pierna y a los diez minutos lo tuvo que sacar porque no aguantó más.
La llegada de su compatriota ‘Goyo’ Pérez tampoco vino con un futuro alentador ya que no lo tuvo en cuenta y recién lo hizo reaparecer en la 15ª jornada en la victoria ante Arsenal, cuando lo mandó a la cancha para reemplazar a Estévez, pero no entró mucho en juego.
Mostró algo de actitud en el partido con Newell’s y sumó algunos minutos ante Quilmes y Almagro pero en general, fue pobrísimo su paso por el aurinegro por lo que el DT le informó junto a Luis Rueda, Facundo Imboden, Alexis Cabrera y Leandro Avila que no los tendría en cuenta para el año 2005.
Como era de esperar, se volvió a su país y consiguió que en Bella Vista le dieran una oportunidad y fue parte del equipo que logró el ascenso a la máxima categoría charrúa.
Eso alcanzó para que Carrasco confiara nuevamente en él y lo llevara a Tacuarembó pero tampoco rindió lo que esperaba y se fue a Rentistas donde jugó poco y nada.
Como lo primero es la familia, en abril de 2007 se transformó en uno de los arietes del poderoso Club Estudiantes de Tacuarembó que dirigía papá Olinto, quien le dio la oportunidad de volver a donde todo había comenzado.
La idea era estar hasta junio y buscar una nueva chance en el exterior pero como sigue defendiendo los mismos colores en el 2009, hay que suponer que esa oferta para una transferencia nunca llegó. O sí. Pero no arregló. A quien le importa en definitiva.


TRAYECTORIA

2002-2003 Tacuarembó (Primera División)
2003 Deportivo Colonia (Primera División) (12P – 10G)
2004 Independiente (Primera División) (0P – 0G)
2004 Independiente (Copa Libertadores) (6P – 1G)
2004 Olimpo de Bahía Blanca (Primera División) (6P – 0G)
2005 Bella Vista (Montevideo) (Segunda División) (19P – 3G)
2006 Tacuarembó (Primera División) (10P – 4G)
2006-2007 Rentistas (Montevideo) (Primera División) (9P – 1G)
2007-2009 Estudiantes de Tacuarembó (Liga de Tacuarembó)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Increible que este tipo haya jugado en Argentina. Que país generoso...

24 de septiembre de 2009, 7:14
Anónimo dijo...

Es loquísimo ver como de Independiente a Olimpo, que pasaron apenas meses, cómo se le volaron las chapas mal. Otra que el cuchu Cambiasso.

24 de septiembre de 2009, 7:15

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